En Secreto y Silencio

Era una noche despejada, mientras miraba la Luna te pensé y quise saber cómo fui a parar aquí, tal vez fue el amor, probablemente la soledad o mi soberbia.

Estoy tan cerca de ti, pero tú estas de espaldas, tan apartada, creo que me hace falta la voz, pienso gritarte, cómo y cuánto te amo.

Siempre tan cerca de ti, tan callado, sólo en ocasiones nos miramos. Me parte el corazón que nunca serás mía, los celos estúpidos que provocas en mí cuando estas con él y lo miras de la misma forma en la que te miro como yo quiero.

Miro mi realidad y sé que te he perdido; si es que algún día te tuve, hace unos días lo confirmé, me confesaste que me querías, pero ya era muy tarde para ti y para mí, pues yo dejé que te enamoras de otro y no me equivoco al decir que ahora lo amas.

Me robaste mi corazón y la razón, ahora que te encuentras con él, me pregunto si a él le sucedió lo mismo.

Durante la semana me dejas amarte, en secreto y silencio, sin que él se de cuenta, trato de guardar todo lo que siento por ti mientras estas con él, y así evitar que sufras o más bien que yo sufra pues sé que a pesar de todo siempre será él.

Te ha prohibido estar conmigo, pero seguimos mirándonos, cada vez que lo hacemos, yo corro el riesgo de que mis heridas se hagan más grandes, creo que él sabe que no sólo hay miradas.

Silencio, me invade en ocasiones, despierta un monstruo en mí, me tortura con esos recuerdos en los que era mi mano la que tomabas y no la de él; cuando él no esta la tomas pero sé que no es sincero, cuando aparece corres a él, y a pesar de que él toma tu mano, en otra mano siempre porta una flor que siempre utiliza cuando te suelta. Nunca te atreves a dejarlo aun sabiendo que usa una flor mientras lo sueltas.

Te has convertido en una Luna, sólo brillas cuando él esta cerca de ti, yo me he dado cuenta de eso y sólo puedo dedicarte un suspiro, mientras la noche se va puedo ver como tu brillo se desvanece junto con el monstruo.La obscuridad se torna en algo más claro, el dolor se ha ido, ha llegado el amanecer, no obstante sigues ahí; sin brillo, miro las nubes blancas y descubro que, fui a parar aquí por mí.

En Secreto y Silencio por Jorge Luis B. Rivera se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.